
Cada siete de diciembre, al caer la tarde, la ciudad de Tuxpan se llena de luz con innumerables velas que son encendidas en todas partes, dentro de las casas y afuera de ellas; para conmemorar el Día del Niño Perdido, que hace alusión a un pasaje de la biblia sobre la infancia de Jesucristo.

Primero, el pasaje pertenece al Evangelio de San Lucas y versa así:
Los padres de Jesús subían todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Cuando cumplió doce años, fueron allá según era la costumbre. Terminada la fiesta, emprendieron el viaje de regreso, pero el niño Jesús se había quedado en Jerusalén, sin que sus padres se dieran cuenta. (…) Al no encontrarlo, volvieron en busca de él. Al cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros”.Lucas 2: 41-45

Al paso de los años se añadió el carrito de cartón o madera que sirve para los niños en busca del niño Dios, conforme pasan los años ahora los carritos los hacen con gran creatividad para que los niños tengan una noche divertida y de sana convivencia.
